EEUU PROYECTA QUE PARA 2050 LA ENERGÍA SOLAR REPRESENTE EL 45% DE SU MATRIZ ENERGÉTICA
Actualmente, en base a datos de 2020, la energía renovable produce el 21% de la electricidad en el país norteamericano, y el resto proviene del gas natural (40%), nuclear (20%) y carbón (19%).
Estados Unidos proyecta que para 2050 la energía solar represente el 45% de su matriz energética. Actualmente, en base a datos de 2020, la energía renovable produce el 21% de la electricidad en el país norteamericano, y el resto proviene del gas natural (40%), nuclear (20%) y carbón (19%).
Según un informe del departamento de Energía estadounidense, para lograr el objetivo sería necesario que el despliegue de la energía solar aumente de media de los 15 GW en 2020 a 30 GW anualmente hasta 2025, y 60 GW por año entre 2025 y 2030.
“El estudio destaca el hecho de que la energía solar, nuestra fuente de energía limpia más barata y con el crecimiento más rápido, podría producir suficiente energía para alimentar todas las viviendas de Estados Unidos para 2035 y dar empleo al mismo tiempo a hasta 1,5 millones de personas”, comentó la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, en un comunicado.
Según el escenario planteado para el futuro, la energía solar representaría el 37% de la electricidad en 2035, y el resto lo produciría la energía eólica (36%), la nuclear (11%-13%), hidroeléctrica (5%-6%), biomasa y la geotérmica (1%).
A pesar del optimismo, el informe remarcó que es necesario una “reducción importante de los costes, el apoyo de políticas públicas y la electrificación a gran escala”.
En una carta dirigida a los responsables políticos, cerca de 750 empresas del sector de la energía solar insisten en la necesidad de ampliar las políticas de apoyo en vigor e instalarlas en el largo plazo.
Cuadruplicar el ritmo actual de las instalaciones para 2030 representa “una carrera contra el reloj”, aseguraron al tiempo que pidieron que se refuercen las ventajas fiscales para las inversiones en la energía solar.
La administración del presidente Joe Biden, que ha hecho de la lucha contra el cambio climático una de sus prioridades, apuesta por invertir masivamente en infraestructuras, lo que todavía se está discutiendo en el Congreso.